11 de septiembre de 2006

Abstracto y Concreta, Flavia Ricci



Abstracto y Concreta se conocieron un día y de inmediato se enamoraron. Pero Abstracto siempre pensaba cosas en abstracto y nunca precisaba de qué se trataban. Concreta pensaba sólo cosas en concreto y las expresaba sin trabas. Les costaba entenderse, era casi imposible: Abstracto, siempre abstracto. Concreta, siempre concreta.
Después de unos años se casaron, pero siguieron sin entenderse. Concreta, insatisfecha con su pareja en concreto. Abstracto, insatisfecho, pero en abstracto.
Entonces Concreta buscó un amante concreto y comenzaron a verse todos los días. Abstracto, por su lado, también buscó una amante para abandonarse en sus brazos.

- ¿Por qué me engañas con otro hombre?, preguntó Abstracto a su esposa, harto de ser un sustituto.
- En todo caso, somos dos los engañados. Vos también estás con otra persona.
- Pero en abstracto ...
- Es en abstracto porque ese es TU MUNDO, lo cual no significa que no me seas infiel, replicó concreta. No te metas en mi mundo. Vos tenés una amante en tu abstracto mundo, yo en el concreto. Ese es MI MUNDO.
- Entiendo, entiendo, se resignó Abstracto. Había caído en su propia trampa.

Todavía hoy cada uno sigue en su mundo, con sus amantes abstractos y concretos. Hacen el amor cuando tienen ganas.
Concreta continúa concretando. Abstracto se transformó en un experto de la Web y sigue abstracto: en todo.

Flavia Ricci
8 de septiembre de 1998

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