26 de junio de 2014

Indefinible esencia, M.E. Walsh

Nunca nombrarla, nunca.
Ni callarla siquiera.
Solamente crecer de sus raíces
con asombrado llanto.
Ser y morir tan sólo
para justificarla
como naturaleza
y sumisa costumbre.

Madurará con pausa
y exactitud de necesaria estrella
y sólo incertidumbres
me probarán su órbita,
su doloroso amor, su cumplimiento.
Será un desgarramiento
elemental, constante.
Desesperada espera
-lo sé- desesperada.

Y sin embargo, nada
persistirá más cierto
que su sabiduría
que sus sencillas fiestas.
Como el rosal seguro de la rosa.

Y yo seré la sombra
de su florecimiento,
yo viviré acatando
su voz y su silencio,
en indefensa tierra,
irrenunciablemente.

Rechazando una invitación a ir al cine o participar en cualquier otra actividad mundana, M.E. Walsh

Tengo tan poco tiempo y tanto amor
tanta necesidad amontonada,
tan pocos ojos para tanta flor,
tanto preparativo para nada.
Días inútiles me han puesto avara
del privilegio de tu compañía
y cuando algún motivo nos separa
es como darle cuerda a la agonía.
¿Para qué vamos a desperdiciar
entre la oscuridad, entre la gente,
tantas intimidades sin usar
como tenemos, tanta luz urgente?
La vida rigorea y multiplica
recíproca abundancia en tiempo escaso.
No te imaginas lo que significa
estar enamorada con atraso.
Somos gremio de zombis que no sabe
estar sino en rebaño distraído.
Si uno en su duración apenas cabe,
por qué precipitarse en el olvido.
Todo enajenamiento es agresión
y en defensa legítima te mando
a diferir esta disipación
para mañana, para no sé cuándo.

15 de junio de 2014

Detrás de tu mirada, Flavia Ricci

Miro tu foto ¿esa imagen fue luego de estar conmigo, en los días sucesivos?
Acaso nada indicaba lo que pasó: tus manos, con sutiles movimientos, casi imperceptibles, recorriendo mi cuerpo, nuestras bocas, mi sonrisa, los tímidos abrazos, la impaciencia de haberte esperado tanto, la felicidad de haberte encontrado, la paz de estar así, la ropa, desprolijamente despojada, en el piso de la habitación. La cama revuelta y tu mirada, con esa profundidad tan tuya y esa seriedad que anticipaba algo que querías decirme ¿Acaso es tan mezquino el tiempo que no grita a través de tu mirada que me querés? ¿O es que aquello anterior a tu foto, a esa imagen, no ha significado nada? Nada, absolutamente nada, que ni siquiera puedas dedicarme, ya no unas palabras, un abrazo, una sonrisa, pero ni tan solo una mirada.


11 de junio de 2014

Te busco, Gioconda Belli

Sola yo, amor,
y vos quién sabe dónde;
tu recuerdo me mece como al maíz el viento
y te traigo en el tiempo,
recorro los caminos,
me río a carcajadas
y somos los dos juntos
otra vez,
junto al agua.
Y somos los dos juntos
otra vez,
bajo el cielo estrellado
en el monte,
de noche.
Yo, amor, he aprendido a coser con tu nombre,
voy juntando mis días, mis minutos, mis horas
con tu hilo de letras.
Me he vuelto alfarera
y he creado vasijas para guardar momentos.
Me he soltado en tormenta
y trueno y lloro de rabia por no tenerte cerca,
en viento me he cambiado,
en brisa, en agua fresca
y azoto, mojo, salto
buscándote en el tiempo
de un futuro que tiene
la fuerza de tu fuerza.



Oración, Juan Gelman

Habítame, penétrame.
Sea tu sangre una con mi sangre.
Tu boca entre mi boca.
Tu corazón agrande el mío hasta estallar...
Desgárrame.
Caigas entera en mis entrañas.
Anden tus manos en mis manos.
Tus pies caminen en mis pies, tus pies.
Árdeme, árdeme.
Cólmeme tu dulzura.
Báñeme tu saliva el paladar.
Estés en mí como está la madera en el palito.
Que ya no puedo así, con esta sed
quemándome.
Con esta sed quemándome.
La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.

10 de junio de 2014

Dicha (fragmento), Daiana Henderson

Remar no se trata de llegar a la isla,
es disfrutar el trayecto
–dijo Ricardo cuando nos enseñó.
Cada desplazamiento tiene su clave sensitiva.
(…)
Puedo aceptar que ya no nos queremos como antes,
pero, si insisto, es porque la distancia
fabricada entre nosotros
es tan hermosa y delicada
como ningún otro trayecto
que conozca hasta ahora.



Equilibrio (fragmento), Daiana Henderson

El equilibrio se fabrica con la distancia,
si nos quedamos quietas
seguramente nos vamos a caer.
Ahora rebobino el cassette
y resulta que soy yo la que se aleja
mientras ella se queda parada,
palideciendo bajo el sol de un domingo.



5 de junio de 2014

Paraje ciego, Malena Cirasa

De espaldas a la lluvia
tus años
tu inocencia
como un fuego perdido que parte en dos
transforman
lo que de mí no entiendo.
Mi lengua busca tu cicatriz.
Arrojo níqueles
raíces rotas por un golpe artero
y a cambio
me devuelves esta luz.
Para quedarte
has buscado un lugar
en la tormenta.

4 de junio de 2014

De una proximidad más íntima, Flavia Ricci

Tus manos
Mis dedos
Tu boca

textual

Mis manos
Tus dedos
Mi boca

deseo

Tu mirada
Mi sonrisa
Tu cuerpo
El mío

nuestras manos
nuestro espacio
nuestro tiempo
todo el tiempo
en un momento

insisto, felizmente
en la incerteza
te mostrás, felizmente
de una vez

experiencia e ilusión




Decisiones, Flavia Ricci

Sutil
Suave
Hay espacio
¿El tiempo?
Es otro
No me muevo
Permanezco
Bajo mis párpados
Librado al azar
Buscado
Al fin
El comienzo
Lo primero
Lo que busco
Lo que dejo
Abro los ojos
todo está claro
me acerco
¿El tiempo?
Lo sacudo
El comienzo
Permanezco
El momento.

2 de junio de 2014

Insólitas, Flavia Ricci

Yo no te cerco con la mirada, sino entre Facebook y Whatsapp. Soy una chica de redes y mensajería instantánea, de palabras escritas. Escapo a la vorágine de tus versos, voy camino a la prosa. Tranquilamente camino. Las mujeres más insólitas aparecen en los momentos menos pensados. Acaricio tus manos, levanto la vista y te encuentro. Sonrío. Por vos. Lo demás está aun y siempre por escribirse.

1 de junio de 2014

Te miro y me cercioro, Bertalicia Peralta

Te miro y me cercioro que cada día
estás más lejos de mí
y me divierte comprobar que el aire
nos circunda igualmente

en esta ciudad y en otra
debe pasar lo mismo a tantos conocidos:
es la hora de alejarse

recordaré el hueco sereno de tu vientre
o el color de algún pañuelo
quizás alguna palabra recogida en otros labios

alguien ha de decir un nombre y yo
quedaré paralizada un instante
un ave graznará y luego
sonreiré a esos ojos nuevos que desearán
para sí todo este amor que ahora te entrego.