26 de febrero de 2007

La mujer bisagra (a mis 31), Flavia Ricci

La mujer bisagra está a la mitad, sola, sin sentirse sola. A sus espaldas está A, quien la quiere bien, quien la desea y quiere poseerla. Delante de ella, dándole las espaldas, está B, que rechazándola le demuestra que aun le importa. Que mira hacia el mismo lado que ella, sin girarse. La mujer bisagra tampoco se gira hacia A, tampoco quiere poseer a B, se siente ecuánime, fresca. Hacia adelante un pasado que antes prometía futuro. Hacia atrás, un futuro que avasalla y quiere acelerar su presente, pero ella no lo permite. La mujer bisagra mira a ambos lados, se gira por sobre el hombro de A, mira más allá del hombro de B. Los hombres de sus vidas a veces miran, otras acosan, otras liberan. La mujer bisagra, con su propio cuerpo, intenta traspasar las fronteras del pasado y del futuro, en un presente a su ritmo, por fin.

6 de febrero de 2007

Un bebé en mi vida, Flavia Ricci


Llegaste (y elegí que llegaras) en uno de mis momentos calmos. O tal vez esa calma tenía que ver con que ibas a llegar. Pero llegaste, y rompiste mi velocidad de Ferrari, mis records, mi vida sexual, mis noches y mis días. Mis tiempos, eran tus tiempos, mis noches, eran las tuyas. Y hasta mi Barcelona se transformó en tu ciudad, no sé si más mía que tuya, tampoco importa. Mirándote aprendí a callar, sonriéndome me enseñaste a llorar de emoción. Con tus manos, con tu mirada, con tus besos ahuyentaste todos esos hombres que ladran, toda esa gente que gruñe, por la calle, en su vida. Te alineaste con quienes vivimos con pasión, y yo me puse a tu lado, te miré desde arriba guiñándote un ojo y comenzamos a caminar juntas. Me enseñás cada día que hacés honor a tu nombre y que por algo jamás dudé en que te llamaras así, por su significado y porque vos lo honrás. Hay un bebé en mi vida, me dije varias veces para convencerme de que así era. Y aprendí que no hay nada más triste que tu ausencia. Llenaste mi vida de joven desenfrenada para hacerme una joven madre, una mejor mujer. ¿Quién acaso no puede ser mejor cuando tiene un niño cerca? Llenaste mis días de pañales, de peluches, de libros, de dulce de leche, de helados y crayones. Mirando Tsotsi en el cine pensé una y otra vez en vos, mi Zoe. En que no quiero despertarme de este sueño, ni dejar de andar en bici con vos, en todo lo vivido y lo que queda por delante, en que afortunadamente no hay vuelta atrás y esto me gusta cada vez más. Felices 3 años y medio Zoe, la llena de vida.

4 de febrero de 2007

Los ex pasan, una queda, Flavia Ricci

Cuando intenté hacerte una broma, desde la distancia prudencial que permite la pantalla, diciéndote que eso de que soy simpática no lo dicen mi ex, vos dejaste todo al margen. Ahora estoy con vos, no con tus ex. Y .... ha de ser porque los ex pasan, una queda. Y algunos están pendularmente en ese hilo entre hogar y hogar y de sábado a sábado, colgando sin saber si arrojarse hacia uno u otro lado. Yo miro a los lados y de momento, de momento, prefiero pasar.

1 de febrero de 2007

Barcelona - Buenos Aires, Flavia Ricci

Siempre lo he dicho .... hay algunas B en mi vida que me han marcado. Algunas al inicio, otras a la mitad: Barcelona, Bogotá, Buenos Aires y vos, tu boca, tus besos y esa B al medio, siempre a la mitad.


Desde Barcelona .... y dentro de mis enlaces recomendados también:


http://www.manfatta.com/unhombredepago/2007/01/un-hombre-de-pago-viaja-al-cono-sur.html

Moltes gràcies Neus !!!