19 de septiembre de 2008

Historia secreta de Costaguana, Juan Gabriel Vásquez


Sí, eso les explicaría: que no le interesaba regresar, porque la ciudad, aunque se hubiera recuperado para la democracia, continuaba estando perdida para él. No volvería nunca a vivir en ella, les diría, pues la vida allí le parecía acabada, como si le perteneciera a otro hombre (...) Pero no lo entenderían, por supuesto, y los que lo entendieran se negarían a creerle o tratarían de convercerlo con frases como la ciudad de tus padres o la ciudad que te vio nacer, y él tendría que mostrarles, a manera de prueba irrebatible y fehaciente de su nuevo destino, la mano del chino muerto, el índice que siempre apunta, como por arte de magia, a la provincia de Panamá.

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