11 de marzo de 2015

Nombrar IV, Flavia Ricci

Él retorcía las dos palabras, las miraba y volvía a mirar, les daba vuelta, iba y venía nervioso, frotándose las manos, con el ceño fruncido. Yo lo miré y le dije "No hay caso che, con las palabras 'te amo' es así: vos no podés hacer nada. El significado no está en las palabras. Todo el poder lo tiene quien las pronuncia".

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