Briser le
langage pour toucher la vie.
Antonin Artaud
Háblame
para que yo te vea.
Séneca
Séneca
Esa foto se clavó en su mente, esa foto de minutos después, no mucho más. Como si nada, como si todo. Tan lejano era todo aquello que tanto conocía, de cerca. Y tan de cerca que no creía que ahora estuvieran tan lejos. Como si nada.
Fue a buscarle.
- Entonces te vas
- Entonces me voy
- Así nomás
- Ahora
- No vas a hablar, como si nada.
Y ella calló.
Las palabras se agolparon, pero iba a decírselas a quien tuviese la certeza de que pudiera valorarlas. No era como si nada. Pero de qué servía explicarse, había pasado el momento. Apostar por la incerteza no la satisfacía. Miró hacia arriba, hacia el único sitio en donde estaban las respuestas. No hubo ni un adiós. O quizás fue aquel, las más honda de las despedidas: la del silencio. Como si nada. Como si ...
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