26 de abril de 2014

Poesía Vertical I (51), R. Juarroz

Algún día encontraré una palabra
que penetre en tu vientre y lo fecunde, 
que se pare en tu seno
como una mano abierta y cerrada al mismo tiempo. 

Hallaré una palabra
que detenga tu cuerpo y lo dé vuelta, 
que contenga tu cuerpo
y abra tus ojos como un dios sin nubes
y te use tu saliva
y te doble las piernas. 
Tú tal vez no la escuches
o tal vez no la comprendas. 
No será necesario. 
Irá por tu interior como una rueda
recorriéndote al fin de punta a punta, 
mujer mía y no mía, 
y no se detendrá ni cuando mueras. 


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