17 de mayo de 2009
Conducir, Flavia Ricci
Fui primera, estuve adelante de todo, pero por eso mismo enseguida me sobrepasaba la segunda, a más velocidad. Fui segunda, con más calma, pero es que llegaba la tercera rápidamente, y allí quedaba yo. Entonces fui tercera y descubrí que había cuarta. Y cuando fui cuarta me sobrepasó la quinta. Y un día, maravilloso día, equivocando la quinta con la marcha atrás colisioné contigo. Así que mientras que vos me miraste con tus ojos bien abiertos yo quedé completamente muda de las causas y azares que me llevaron a vos. Es curioso cómo la vida me ha enseñado con el tiempo a dejar de manejar, para comenzar a conducir.
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