2 de marzo de 2008
Las olas de Buenos Aires, Al-Taïr
Releerte, repensarte y saber que vueles lo que vueles y vuele lo que vuele allí estarás, allí estaré. Mitad casualidad, los mismos años, mitad decisión que aun hoy de todas formas cuestionamos al destino, que en cierta forma se nos escapa. Si no puede ser presencia, entonces será pensamiento. Tanto o más fuerte que verte, que observarte. Imaginarme que me entiendes y preferir el silencio. Elegir escapar a las miradas y dejar de buscarnos, por temor a encontrarnos como siempre, como nunca. Desistir, tristemente desistir. Pero qué va, las olas van y vienen, un poco como nosotros dos.
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