Miro el péndulo moverse de lado a lado, 180 grados. Pasa de un punto a otro, 180 grados. A veces me quedo pensando, de postura a postura, de estilo a estilo, de ciudad a ciudad: 180 grados. Y no, no creo en los péndulos, ni en los 180 grados. Me quedo pensando. 180 grados en los que hay mucho guardado. 180 grados de presión. 180 grados de calor. 180 grados de nada. 180 días. 180.
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