“Llegué consumida y enclenque. Entonces no sabía lo que me merecía. Puede que aún no sepa bien lo que me merezco. Pero sí sé que en los últimos tiempos me he reconstruido a mí misma -disfrutando de placeres inofensivos- y que hoy soy una persona mucho más pura. Ahora existo más que hace cuatro meses. Y me voy con la esperanza de que esa expansión de una persona - esa magnificación de una vida- sea un acto meritorio en este mundo. Pese a que esa vida, por primera vez y sin que sirva de precedente, no le pertenece a nadie más que a mí.”
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