Hay una construcción que va del "yo" y del
"vos" al "nosotros/as". Algo que hace que pueda verte sin
esa distancia, tan mía. Pero aun así tomarme el tiempo de mirarte como se miran
las obras de arte: a veces más cerca, para mirar los detalles. A veces más
lejos, para apreciar el todo. En todo caso, jamás dejar de mirarte. Esa es la
construcción de nuestra intimidad, que hace tan única una relación, un vínculo:
nuestro vínculo. Que te mire y, hoy en día, vea pasar frente a mis ojos todos
esos días. Quizás vos no entiendas por qué sonrío sin cesar. Para mí es muy
claro: es por vos.
(19 de
marzo de 2013)
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