30 de diciembre de 2008
Puente, Flavia Ricci
Es lindo escucharte e intercambiar ideas. De tu chica, del mío. Es lindo ir y venir con palabras, aunque sepas que el teléfono no es lo mío. Es lindo recordar Buenos Aires y recordarte. Aquella noche en que yo, media hora con la heladera abierta y vos, entre la cocina y el lavadero de casa, hablábamos de sexo. Y con una sonrisa te comentaba mis cualidades y defectos en la cama. Es lindo tu cara pensativa y hasta casi enojada por un intercambio de puntos de vista sobre lo que es compartir. Es lindo escucharte, siempre escucharte. Es lindo verte proyectar donde sea que estés. Fue lindo compartir una casa con vos y aprender a ser una mujer buzo para poner distancia quisiéramos o no. Es lindo escuchar tus consejos, tus confidencias, tu sonrisa. Me ha encantado conocerte, chico porteño. Sospecho que seguiré viéndote y hablando contigo, relacionándote con esa parte de Buenos Aires que me gusta. Es lindo. Gracias. Con muchas S.
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