Yo había llegado tarde al reparto de los dorados dones
Alguien que tenía prisa
olvidó una carcajada que me movió su cola
Lástima me daba verla sin boca ni motivo
La recogí aquel día memorable con cuidado
de madre
me la tragué despacio como quien traga espuma
Desde entonces la risa me acompaña
me preserva del miedo a lo que se me esconde
de la vida sin abrazos
de sendero de ausencias adentro de mi pecho
y los cuchillos que clavan los formales
No me permite distraerme en el lamento
ni autoidolatrarme
Me mantiene alerta contra los infames
los que mintiendo humanidad destilan sombra
en jardines de hierro y fraude
La risa recoge para mí
las flores que no alcanzo
y me ayuda a entender
la eterna vacuidad de aquellos que no ríen
por temor a que una carcajada enorme
se los trague.
Alguien que tenía prisa
olvidó una carcajada que me movió su cola
Lástima me daba verla sin boca ni motivo
La recogí aquel día memorable con cuidado
de madre
me la tragué despacio como quien traga espuma
Desde entonces la risa me acompaña
me preserva del miedo a lo que se me esconde
de la vida sin abrazos
de sendero de ausencias adentro de mi pecho
y los cuchillos que clavan los formales
No me permite distraerme en el lamento
ni autoidolatrarme
Me mantiene alerta contra los infames
los que mintiendo humanidad destilan sombra
en jardines de hierro y fraude
La risa recoge para mí
las flores que no alcanzo
y me ayuda a entender
la eterna vacuidad de aquellos que no ríen
por temor a que una carcajada enorme
se los trague.
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