“Te-amo carece de matices. Suprime las explicaciones, los acondicionamientos, las gradaciones, los escrúpulos. En cierta manera —paradoja exorbitante del lenguaje—, decir te-amo es hacer como si no hubiese ningún teatro de la palabra, y esa expresión es siempre verdadera (no hay otro referente que su proferización: es un *performativo*).
[...] (Aunque dicho miles de veces, te-amo está fuera del diccionario; es una figura cuya definición no puede exceder el encabezado.)”
Roland Barthes. Fragmentos de un discurso amoroso. [1977: fragments d'un discours amoureux] [Trad. esp.: Eduardo Molina, 1982] México: Siglo XXI Editores, 1999.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario