Hace años leí esto:
El día en que se quedaron mudos fue porque nada tenían que decirse, o es que tantas palabras no dichas habían taponado las gargantas.
Y las cuerdas vocales no se descongelaban porque pensaban que proponerse hablar consistía en vomitar todas las acusaciones y reproches; acusar y juzgar por todas las ofensas cometidas o por lo menos decir cosas importantes.
Pensar que el hielo se hubiese roto si a uno de los dos se le hubiera ocurrido comenzar con un simple:
- Está por cambiar el tiempo.
- Probablemente lleva.
- ¿Te acuerdas de que te gustaba caminar bajo la lluvia?
En eso reside toda la ciencia de la comunicación.
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