15 de abril de 2007
205, Flavia Ricci
Una frase en la calle, unas risas, unas palabras. Mis deseos se hicieron realidad y allí sentada por una calle palermitana con suficiente afluencia de gente: pasaste. No sé si decir "pasaste", porque recién ahora puedo ponerte un nombre. En aquel momento digamos que pasó alguien que me iba bien, y que fuiste vos. Coche, calles, 205, rampa. Algunas casualidades que me llevaron con rabia y desconcierto hacia años atrás. Vasos y besos vacíos. Palabras de despedida. Palabras sobre una hija, mi hija. La llegada a casa, ya sin vos. Una persona más rondando por Buenos Aires, tal vez pasando cada viernes por esa misma esquina, mirando otras caras. Algunos hombres que alguna vez conocimos rondan al mismo tiempo, los mismos días por las mismas calles. Un buen momento, una buena compañía. Hay algunos hombres buenos o tal vez, hombres que nos van bien para ese momento, el nuestro. Buenos, malos ... ya no creo en eso.
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