8 de noviembre de 2007
H O M B R E, Flavia Ricci
Hay algo que me hace a mí impredecible, pero a tí traidor. Y con esa imprevisibilidad que me caracteriza, al percibir que me mentías me sumergí nuevamente en el mar de hombres, de mentiras, de falta de compromiso. Realmente quería algo distinto, pero no estuviste a la altura. Y entre los cambios de mi vida, elijo no estar contigo. Dejarte sin decírtelo, que es el primer paso para decirte adiós. Ahora entiendo que cuando se llega al desinterés total, ni siquiera importa comunicar las cosas. Toda mi sinceridad, que te regalé, se hizo añicos. Recogí los pedazos, porque me la llevo conmigo. No he podido contra tu falta de claridad, contra tus charlas con media sonrisas en el móvil y frases en código. No he podido contra esas muestras claras de que me engañas, de que no soy lo que dice que soy para ti. Y al final me he refugiado en mí, luego de pensar que podría hacerlo en ti. He visto en un segundo como todo se caía, he visto el páramo en el que se convirtió mi vida sin tí, pero lo elijo al paraíso artificial que querías hacerme creer que existía. H O M B R E. La palabra, te queda muy grande.
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