28 de diciembre de 2010

Viaje a Marte-Parte 2

Travel to Mars - Zaramella - part 1

Zaramella - El Desafío a la Muerte

Más y mejor, Flavia Ricci

Llegaste a una velocidad que había perdido y con una seguridad que añoraba. Llegaste para arrancarme sonrisas, para volver a sentir abrazos, para saborear besos y desgastar noches en vela. Llegaste con mensajes y miradas y sonrisas. Con gestos y me quedo y me voy, pero regreso. Llegaste para decirme que mañana, que seguro, que los dos. Llegaste y ahora sí, ahora sí, quiero quedarme. Ésta es la noche, la primera, con vos.

21 de diciembre de 2010

"On Melancholy Hill" (BBC Radio 1 - Live Lounge)

Qué letra más bonita, qué sonidos hermosos. Gracias CB.

Fragmentos de un discurso amoroso, Roland Barthes

“Te-amo carece de matices. Suprime las explicaciones, los acondicionamientos, las gradaciones, los escrúpulos. En cierta manera —paradoja exorbitante del lenguaje—, decir te-amo es hacer como si no hubiese ningún teatro de la palabra, y esa expresión es siempre verdadera (no hay otro referente que su proferización: es un *performativo*).

[...] (Aunque dicho miles de veces, te-amo está fuera del diccionario; es una figura cuya definición no puede exceder el encabezado.)”

Roland Barthes. Fragmentos de un discurso amoroso. [1977: fragments d'un discours amoureux] [Trad. esp.: Eduardo Molina, 1982] México: Siglo XXI Editores, 1999.

20 de diciembre de 2010

Usted está aquí ahora, Flavia Ricci

Hay momentos en la vida en que una ilusión, un parecer, una expectativa va creciendo. La sentimos dentro de nosotros, le damos forma, saboreamos cada instante de su desarrollo. Vivimos pensando en lo que sucederá después, cuando se cumpla nuestra expectativa. Y de repente no caemos en la cuenta de que para ello es necesario pasar por un momento decisivo: exteriorizar lo que queremos.
A menudo pasa en las relaciones: quiero estar con alguien, qué bueno sería estar con esa persona, no puedo dejar de pensar en ella, cuántas cosas haremos cuando estemos juntos ... Y llega el momento, que en realidad puede ser cualquier momento, ahora mismo si quisiéramos, en donde tenemos que escupir lo que queremos, lo que anhelamos. Pero allí se abren dos alternativas: salir de dudas o seguir viviendo en la eterna expectativa por temor al fracaso (¿al rechazo?). Ah ... los eternos poetas que persiguen aquello que no es que no puedan, sino temen alcanzar. La flor de otra ciudad, las comidas de otras provincias, los viajes por otras tierras y el amor, lo más lejano posible. Ay de mí si tengo que explicarte lo que me fascina de tu sensibilidad cuando es tu espontaneidad la que te empuja a venir a mí. Tocás mi puerta, botella de vino en mano con dos copas. Yo cierro los ojos, sonrío y te abrazo.

Ampliación del campo de batalla, M. Houellebecq



"La dificultad es que no basta exactamente con vivir según la norma. De hecho consigues (a veces por los pelos, por los mismos pelos, pero en conjunto lo consigues) vivir según la norma. Tus impuestos están las día, las facturas pagadas en su fecha... Nunca te mueves sin el carnet de identidad (¡y el bolsillo especial para la tarjeta VISA!...). Sin embargo, no tienes amigos.

La norma es compleja, multiforme. Aparte de las horas de trabajo hay que hacer las compras, sacar dinero de los cajeros automáticos (donde tienes que esperar muy a menudo). Además, están los diferentes papeles que hay que hacer llegar a los organismos que rigen los diferentes aspectos de tu vida. Y encima puedes ponerte enfermo, lo cual conlleva gastos y nuevas formalidades.

No obstante, queda tiempo libre. ¿Qué hacer? ¿Cómo emplearlo? ¿Dedicarse a servir al prójimo? Pero, en el fondo, el prójimo apenas te interesa. ¿Escuchar discos? Era una solución, pero con el paso de los años tienes que aceptar que la música te emociona cada vez menos.

El bricolaje, en su más amplio sentido, puede ser una solución. Pero en realidad no hay nada que impida el regreso, cada vez más frecuente, de esos momentos en que tu absoluta soledad, la sensación de vacuidad universal, el presentimiento de que tu vida se acerca a un desastre doloroso y definitivo, se conjugan para hundirte en un estado de verdadero sufrimiento. Y, sin embargo, todavía no tienes ganas de morir.

[...] A tí también te interesó el mundo. Fue hace mucho tiempo; te pido que lo recuerdes. El campo de la norma ya no te bastaba; no podías seguir viviendo en el campo de la norma; por eso tuviste que entrar en el campo de batalla. Te pido que te remontes a ese preciso momento. Fue hace mucho tiempo, ¿no? Acuérdate: el agua estaba fría.

Ahora estás lejos de la orilla: ¡ah, sí, qué lejos estás de la orilla! Durante mucho tiempo has creído en la existencia de otra orilla; ya no. Sin embargo, sigues nadando, y con cada movimiento estás más cerca de ahogarte. Te asfixias, te arden los pulmones. El agua te parece cada vez más fría, y sobre todo cada vez más amarga. Ya no eres tan joven. Ahora vas a morir. No pasa nada. Estoy ahí. No voy a abandonarte. Sigue leyendo.
Vuelve a acordarte, una vez más, de tu entrada en el campo de batalla".

(HOUELLEBECQ, M.: Ampliación del campo de batalla. Cap. III, pp. 16-18. Barcelona, Anagrama, 2001. 4ª ed.)

Esto debe ser ..., Flavia Ricci

Esto debe ser ...
Yo lo he encontrado
está aquí, a mi lado
Por mirarte me olvido de mirar
Por pensarte se me escapan mil sonrisas
Revivirte es volver a admirarte
Abrir libros es seguir un poco tus pistas
Y me detengo, con uno de ellos en mis manos
Página 2, 3 o 5
y me revivo yo, antes de vos y después
Y ahora, ahora mismo, entre estos libros
vuelvo en mí, con vos acá, así
y te pienso con tantas ganas que por pensarte
ya me siento acompañada
dejar de hacerlo
es tenerte, pero muy lejos
Hacia vos siempre construyo puentes,
y estar con vos es estar un poco más cerca del cielo
yo lo sé, porque he estado allí
no en el cielo, sino con vos
y cada vez que te miro
cada vez que te extraño
y cada vez que volvés a estar conmigo
otra vez viajo al cielo
no tengo muchas respuestas
pero si alguien me pregunta
yo digo que simplemente te quiero.
Esto debe ser ...
Yo lo he encontrado
está aquí, a mi lado
Y quiero, quiero mirarte como te miro
único
Y quiero echarte tanto de menos
que me queme dentro si estás lejos
quiero, quiero todo con vos
una y otra y otra vez
que se repitan los días
mis días, tus días
los nuestros
quiero tocarte, besarte, abrazarte
quiero que se me sigan escapando sonrisas
quiero que cruces todas las barreras
habidas y por haber
quiero sonreir porque sí, por vos
por mí
quiero quedarme días enteros con vos
en la cama
quiero cerrar los ojos y volver a verte
quiero recorrer el mundo
quiero besos, flores y sonrisas
quiero defenderte siempre
porque sos único
qué duda cabe ...
no tengo muchas respuestas
pero si alguien me pregunta
yo digo que simplemente te quiero.

Deme 2, Flavia Ricci

Amanecer de lunes. Se despertó en la costa, desayunó en compañía y poco tiempo después estaba en su oficina a casi 200km de allí. Comenzaba su semana laboral pero algo le rondaba por la cabeza y no sabía qué. Se había dormido con él, luego de cenar con él, se había duchado con él, había hecho el amor con él, había paseado con él, había recorrido la playa con él, había jugado tenis con él, había besado a él.
Pero ... era otro él a quien llevaba siempre dentro, con quien realmente hacía el amor, se duchaba, cenaba, jugaba tenis, dormía, recorría la playa y besaba cada día. El "deme dos" no funcionaba más, tenía que elegir. O mejor dicho, sacar fuera su elección. Porque ese otro él era su inspiración de cada día, era un hueco en su cama cada vez que no estaba, eran sus ganas casi asfixiantes de abrazarlo, era su temor a pensar tanto en él y olvidarse de sí. Ese otro él, con sus anteriores ellas y su ella de ahora, sólo ella, había sabido construir un nosotros único e insustituíble. Por ese otro él ella sentía una admiración irrefutable, una sensibilidad envidiable y una felicidad fascinante. Ese otro él era su único él, y no tenía nada de "otro".
Así que eso simplemente era lo que le daba vueltas por la cabeza: porque cuando le puso nombre y apellido a ese otro él, le dieron tantas ganas de contarlo que comenzó a llorar. No sé si por él ... creo que más por ella.

18 de diciembre de 2010

Campo, Flavia Ricci

Sierras&vinos, Flavia Ricci




Pablo Neruda genial



Siempre

Antes de mí
no tengo celos.


Ven con un hombre
a la espalda,
ven con cien hombres en tu cabellera,
ven con mil hombres entre tu pecho y tus pies,
ven como un río lleno de ahogados
que encuentra el mar furioso,
la espuma eterna, el tiempo!


¡Tráelos todos
adonde yo te espero:
siempre estaremos solos,
siempre estaremos tú y yo
solos sobre la tierra
para comenzar la vida!


La pregunta

Amor, una pregunta
te ha destrozado.

Yo he regresado a ti
desde la incertidumbre con espinas.

Te quiero recta como
la espada o el camino.

Pero te empeñas
en guardar un recodo
de sombra que no quiero.

Amor mío,
compréndeme,
te quiero toda,
de ojos a pies, a uñas,
por dentro,
toda la claridad, la que guardabas.

Soy yo, amor mío,
quien golpea tu puerta.
No es el fantasma, no es
el que antes se detuvo
en tu ventana.
Yo echo la puerta abajo:
yo entro en toda tu vida:
vengo a vivir en tu alma:
tú no puedes conmigo.

Tienes que abrir puerta a puerta,
tienes que obedecerme,
tienes que abrir los ojos
para que busque en ellos,
tienes que ver cómo ando
con pasos pesados
por todos los caminos
que, ciegos, me esperaban.

No me temas,
soy tuyo,
pero
no soy el pasajero ni el mendigo,
soy tu dueño,
el que tú esperabas,
y ahora entro
en tu vida,
para no salir más,
amor, amor, amor,
para quedarme.

Peter, Bjorn John - Young Folks (subtitulado español)

Preciosa letra de esta canción, precioso ritmo también.

2 de diciembre de 2010

Enamorarse, Flavia Ricci

A menudo conocemos gente que demuestra cierta simpatía por nosotras. Un poco menos frecuentemente, de ese puñado de personas asoma un grupo que quisiera una relación más comprometida que la amistad. Pensamos que ... no lo tenemos claro, que tal vez no sea "la" persona, que no encaja en nuestro target, que no, que con esa persona no. Y nos halagan, vaya que sí, con las frases y actitudes que tienen. Nos hacen sentir bonitas aunque no tengamos ningún problema de autoestima. Y están cuando las necesitamos y hasta a veces cuando no, porque sí, están ahí. Nos despiertan sonrisas, charlas, músicas. Un sinfín de emociones que no nos despiertan otras personas a nuestro alrededor. Y de repente pensamos "¿por qué no?". Hasta que otra voz, del otro lado, nos responde:

- Cada vez que tengas dudas para distinguir tus emociones, piensa: qué sumaría esa persona como pareja ¿Por qué no seguir siendo amigos? Pregúntate antes que nada si admiras a esa persona. Porque el "amor sin admiración sólo es amistad". ¿Tu mundo de viajes, música, amantes, comidas y bebidas, bailes, sonrisas, ansias de libertad, letras y cultura ha sido su mundo también? O cada vez que hables con "esa" persona te sentirás haciendo un monólogo ¿Comparten pasados y futuros?

Pensé en las veces que conocí gente por el mundo y dudé si ir a por más ...

- Haz de tener en claro por sobre todo qué sientes y piensas tú de la otra persona, más que enamorarte por sus halagos o lo que los demás piensan de ti. Eso es vanidad. Es de amigos halagarse, quererse, apreciarse ¿eso hace que te enamores de ellos? Pues claro que no. Pregúntate: ¿qué ha hecho con su vida, cuál es su mundo, su pasión, sus proyectos, cuáles sus viajes, sus obras, su estilo de vida? ¡De eso debes enamorarte! Porque haz de convivir cada día con la forma de ser de la pareja que elijas. No busques jamás tu media naranja, sino una naranja completa que sume a tu vida actual. Y siempre, siempre, siéntete libre de elegir con quien estar por lo que sientas, más que por lo que tus enamorados digan de tí.

Y así lo tuve claro, una vez más ... Es porque me tomo en serio la palabra "pareja" que tengo tantos amigos, algunos amantes y ninguna pareja.