28 de enero de 2014
Rayuela, Julio Cortázar
Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. Oh Maga, en cada mujer parecida a vos se agolpaba como un silencio ensordecedor, una pausa filosa y cristalina que acababa por derrumbarse tristemente, como un paraguas mojado que se cierra. Justamente un paraguas, Maga, te acordarías quizá de aquel paraguas viejo que sacrificamos en un barranco del Parc Montsouris, un atardecer helado de marzo. Lo tiramos porque lo habías encontrado en la Place de la Concorde, ya un poco roto, y lo usaste muchísimo, sobre todo para meterlo en las costillas de la gente en el metro y en los autobuses, siempre torpe y distraída y pensando en pájaros pintos o en un dibujito que hacían dos moscas en el techo del coche...
27 de enero de 2014
Op Oloop, Juan Filloy
![]() |
Juan Filloy |
17 de enero de 2014
Palabras, Flavia Ricci
Además de lo que yo leía entre un punto y otro, en sus oraciones, había palabras clave, que no escribía porque sí. Y en donde mis ojos caían sin dudarlo y el deseo sin remedio. Palabras que quedaban ancladas en mi mente, nada fortuitas. Era una dialéctica del deseo que emergía por medio de ese lenguaje escrito, que yo leía con sumo interés. Después participé de esos diálogos, y comenzamos a escribir. Y por último, cara a cara, una vez y para siempre pude verbalizar esas palabras. Mencionarlas. Y quedé fascinada con sus sonidos. Y quedé enamorada del deseo que emergía, producto de las palabras que ahora resonaban donde estábamos. Y cerré aquel día los ojos, en su compañía, con una media sonrisa. Repitiendo esas palabras hasta que quedé dormida.
10 de enero de 2014
Cafeína para dos, Malaci
(I)
“Ninguna analogía será suficiente, no hay palabras que expresen las emociones, el sentimiento. Simplemente fluye, como fluyen mis labios por tu cuerpo, acariciando levemente tus manías, tus miedos y precauciones.
Amo ser contigo, amor, todo lo que quería ser y que había reprimido. Amo compartir contigo las noches, el café, las mañanas y los besos, despertar a tu lado y formar constelaciones con los lunares de tu cuerpo. Amo tus etapas, tus caricias, tus heridas y cicatrices, amo tus dolencias, tu coraje y tu furia. Amo tus letras, tu psique y tus actos. Te amo a ti, vida mía, porque eres tú, precisamente.”
(II)
“Te quiero con todas mis entrañas, amor mío. Y te juro que en las noches muero de hastío porque estamos, pero tú no estás conmigo y te extraño y me parece grosería alargar mi mano y no sentir la tuya todavía, acariciar mi cuerpo y no sentir tu aliento quemando cada partícula de mi piel; te deseo aquí, conmigo, con nosotros y lo que podemos ser.”
(III)
“Ven, acompáñame esta tarde, tomemos nuestras manos y bebamos un café - dos, tres… -.
Esperemos a que llegue la noche y curemos, beso a beso, las heridas que el pasado nos
dejó; sanemos con caricias lo que la calle nos marcó, borremos los recuerdos. Seamos sólo
tú y yo.”
(IV)
“Contigo no quiero París, ni Santiago, ni Roma. Contigo prefiero quedarme en casa, tomarte de las manos y guiarte a donde jamás has viajado; ida sin retorno, amor con insomnio, cafés de madrugada y sexo por placer. Contigo hasta enloquecer…”
(V)
“Admito que me gusta cuando la gente nos rodea y me desnudas con la mirada, porque lejos de arrancarme las ropas mentalmente, me arrancas las palabras y eso es algo que pocos hacen.”
(VI)
"Quiero quererte por completo; explorar tu alma, tu mente y tu cuerpo, encontrar cientos deescondites en tu piel y algunos atajos que vayan de tus ojos a tu boca misma.Quiero conocerte enteramente, con vidas y con muertes, de las prolongadas y las chicas, de las que te dejan sin respirar, con el cuerpo agitado y el corazón acelerado."
“Ninguna analogía será suficiente, no hay palabras que expresen las emociones, el sentimiento. Simplemente fluye, como fluyen mis labios por tu cuerpo, acariciando levemente tus manías, tus miedos y precauciones.
Amo ser contigo, amor, todo lo que quería ser y que había reprimido. Amo compartir contigo las noches, el café, las mañanas y los besos, despertar a tu lado y formar constelaciones con los lunares de tu cuerpo. Amo tus etapas, tus caricias, tus heridas y cicatrices, amo tus dolencias, tu coraje y tu furia. Amo tus letras, tu psique y tus actos. Te amo a ti, vida mía, porque eres tú, precisamente.”
(II)
“Te quiero con todas mis entrañas, amor mío. Y te juro que en las noches muero de hastío porque estamos, pero tú no estás conmigo y te extraño y me parece grosería alargar mi mano y no sentir la tuya todavía, acariciar mi cuerpo y no sentir tu aliento quemando cada partícula de mi piel; te deseo aquí, conmigo, con nosotros y lo que podemos ser.”
(III)
“Ven, acompáñame esta tarde, tomemos nuestras manos y bebamos un café - dos, tres… -.
Esperemos a que llegue la noche y curemos, beso a beso, las heridas que el pasado nos
dejó; sanemos con caricias lo que la calle nos marcó, borremos los recuerdos. Seamos sólo
tú y yo.”
(IV)
“Contigo no quiero París, ni Santiago, ni Roma. Contigo prefiero quedarme en casa, tomarte de las manos y guiarte a donde jamás has viajado; ida sin retorno, amor con insomnio, cafés de madrugada y sexo por placer. Contigo hasta enloquecer…”
(V)
“Admito que me gusta cuando la gente nos rodea y me desnudas con la mirada, porque lejos de arrancarme las ropas mentalmente, me arrancas las palabras y eso es algo que pocos hacen.”
(VI)
"Quiero quererte por completo; explorar tu alma, tu mente y tu cuerpo, encontrar cientos deescondites en tu piel y algunos atajos que vayan de tus ojos a tu boca misma.Quiero conocerte enteramente, con vidas y con muertes, de las prolongadas y las chicas, de las que te dejan sin respirar, con el cuerpo agitado y el corazón acelerado."
8 de enero de 2014
El cielo es de quien lo vuela, G. De Pösfay
La página 73 y la 77 se enamoraron. Sólo pudieron verse cuando se desprendieron del libro. Se leyeron, se vocalizaron, se discutieron. Vino la tormenta y se volaron, pero estaban cerca y con cada viento volvían a juntarse. La lluvia los mojó para siempre, y se metieron en la tierra, porque de dos hojas puede crecer un árbol. Un árbol grandote desde chiquito.
Etiquetas:
amor,
libros,
literatura,
vida.
Así, Flavia Ricci
Te buscaba de una forma repentina, casi torpe.
Te buscaba con palabras, una verborragia infinita y nerviosa
cuando vos me dabas silencios
y yo me quedaba vacía
una vez que te ibas
tanto tiempo
tan lejos
tan de forma imprevista.
Te buscaba con sonrisas
y horas, fechas y días
cuando vos raramente
en esos casos
aparecías
y sin embargo
allí estabas siempre
incluso en tus ausencias
Y aprendí
que así sos vos
y aprendí así a quererte
y a quererte así
sin conformarme
pero observándote
escuchándote
interesándome por vos
incluso cuando te levantás
y te vas
así porque sí
y yo sin más
te abro la puerta
detrás de mi más entera sonrisa
que se va con vos
como obsequio
hasta que vuelvas.
Así.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)