28 de julio de 2006

De asados y amigos


Queridos televidentes, cómo estáis, cómo os sentéis
hoy, día de gastritis peperianal en que con verdadero
teflón, hondo tazón y fuerte claxon nos contripamos
para rememorar todos juntos la primera indigestión del
mártir Peperino Pómoro en el quincho de Balá.

Ya en la parábola del chancho asado a las brasas y
adobado el mártir Peperino se encuentra con sus
discípulos Libe, Tome, Lamí, Subí, Bajé, Fui, Volví,
Pipo, Papo, Pepe, Pepa y Pipa y les dice: "id y
traedme un chancho, por que hoy somos todos los que
estamos, y estamos todos los que somos" y dicho esto
se fueron en busca del chancho y Peperino dijo: "que
se haga el fueguito" y bajó una enorme bola de fuego
que cayó sobre la tierra y prendió una bolsa de cuatro
kilos de carbón vegetal y el fuego se hizo y al
segundo día dijo: "poned la carne" y la carne la
pusieron y al tercer día dijo: "abran el vinito" y el
vinito fue abierto y al cuarto día dijo: "pinchad los
chorizos" y los chorizos se desgrasaron y al quinto
día dijo: "pongan la morcilla" y se la morfaron y al
sexto día dijo "traigan el pancito, que bueno que está
esto" y fue así como todos comieron y se morfaron todo
el chancho, las achuras y al séptimo día durmieron y
descansaron y se levantaron después del medio día tipo
doce, doce y media, y se levantaron todos juntos y se
comieron las sobras y todos celebraron alrededor de
las sobras. Sobras del latín Sobarum Sob: sopa Arum:
ahora, el que ora, el que ora ahora frente a la sopa.

Entonces quisiera que nos despidamos todos juntos con
una reflexión del librito de oración el matinal para
comer y descansar y ayunar antes de morfar que dice:
"Opa opa opa qué rica está la sopa".

Ahora queridos televidentes para despedirnos nos vamos
cantando el salmo número ocho de nuestro librito
cantate algo Peperino que dice: "Osana, osana, osana,
colita de rana sino sana hoy, sanará mañana", y hasta
la próxima querido televidente.

Fuente: Emiliano

Teoría de las dos naranjas, Flavia Ricci


Desde pequeña escuché aquello de "encontrar la media naranja". Al principio pensé que se trataba de una media color naranja, y que lo mejor era comprarla en alguna tienda. Pero más tarde descubrí que en España también lo decían, y es bien sabido que allí "media" es "calcetín". Entonces ¿qué era aquello de la media naranja?. A medida que fui creciendo jamás me planteé las relaciones de esa manera. Buscar una media naranja significa desde el inicio que nos consideramos incompletos. ¿Y es así como queremos estar con otra persona?. Yo prefiero buscar, pensar, en otra naranja. Bien redonda, escurridiza, perfumada de naranja y con un intenso color naranja, que llene mi vida de naranja, de naranja como mi color naranja. Pero eso sí, una naranja completa, no quiero medias. No quiero nada a medias.

I do my "breast"

27 de julio de 2006

Figurita repetida, Flavia Ricci



A medida que los sitios me cuentan historias, veo diapositivas. Una, otra, otra más. Puedo reconocerme en la misma esquina, pero él tiene siempre un rostro diferente. No es que una persona me cuente historias (o es que también puede ser), sino que son los sitios los que permanecen y ellos quienes cambian de rostro, de cuerpo, de edad. Nos miramos en el bar de Juramento casi Cabildo, con esa mirada grave que anuncia un inevitable. Nadie se atreve a comenzar. Y yo, que en estos casos tengo poder de síntesis, me atrevo: es el amor correcto en el tiempo equivocado, le suelto. Pago por los dos y me marcho. Recupero la calle, esa esquina y mi sonrisa.

Tan de tiempo, Pedro Salinas

"Yo no necesito tiempo para saber cómo eres: conocerse es el relámpago. 
¿Quién te va a ti a conocer en lo que callas, o en esas palabras con que lo callas? 
El que te busque en la vida que estás viviendo, no sabe más que alusiones de ti, pretextos donde te escondes. 
Ir siguiéndote hacia atrás en lo que tú has hecho, antes, sumar acción con sonrisa, años con nombres, será ir perdiéndote. 
Yo no. Te conocí en la tormenta. 

Te conocí, repentina, en ese desgarramiento brutal de tiniebla y luz, donde se revela el fondo que escapa al día y la noche. 
Te vi, me has visto, y ahora, desnuda ya del equívoco, de la historia, del pasado, tú, amazona en la centella, palpitante de recién llegada sin esperarte, eres tan antigua mía, te conozco tan de tiempo, que en tu amor cierro los ojos, y camino sin errar, a ciegas, sin pedir nada a esa luz lenta y segura con que se conocen letras y formas y se echan cuentas y se cree que se ve quién eres tú, mi invisible".

20 de julio de 2006

Marcas, Flavia Ricci

Un cuerpo. De pie. Frente al espejo. Sin marcas. O sí. Las marcas de todas esas manos que pasaron por ese cuerpo. Las marcas de todas esas miradas. Las marcas de su sonrisa y de la de todos. Vasos, sonrisas, noches. Un cuerpo. Una mano. Una mano extendida. Una mano extendida que acaricia suavemente a un bebé.

De la cama para afuera, Flavia Ricci

Debe ser que hizo todo lo que más o menos quiso, lo que ahora la lleva a poder elegir, a decir no, a decir si (aunque los "no" son los que más le han costado). Deber ser el momento bisagra en donde está lo que le permita diferenciar el sexo como única opción y el sexo como una opción más. Ahora lo ve más claro y camina más firme. Dirá no a quienes intenten quedarse con su juventud a cambio de un trozo de placer. Porque si esas fueran las reglas, es mejor juventud por (con) juventud. Es más equitativo. Debe ser por esta edad bisagra por la que está, ni muy allí, ni muy allá, que sabe que la cama con los de su edad bisagra puede ser muchas cosas, pero con de más allá tiene, debe ser, porque ha encontrado algo más. De lo contrario, le daría asco. Venderse al placer. Aprendió a decir no. Aprendió a no estar por estar.

Las olas, Flavia Ricci

Aunque la seducía aquello de las idas y vueltas (Las idas con vueltas aseguradas eran más fáciles de llevar), aquella mañana, cuando salió a su jardín con un humeante café con crema se dio cuenta que de lo que estaba harta era del antes y el después. De que todo, absolutamente todo, fuese un antes y un después. Un antes y un después de verle, de abrazarle. Y que él, imbécil, no fuese capaz de darse cuenta. Ya nada podía hacer ella, excepto volver al tiempo plano, sin antes ni después. Tiempo de futuro.

José Régio

"Ah, que ninguém me dê piedosas intenções!
Ninguém me peça definições!
Ninguém me diga:"vem por aqui"!
A minha vida é um vendaval que se soltou.
É uma onda que se alevantou.
É um átomo a mais que se animou...
Não sei por onde vou,
Não sei para onde vou,
- Sei que não vou por aí!"